Un tribunal australiano ha confirmado la condena por pederastia en contra del cardenal George Pell por abusos sexuales en contra de 5 menores.
El poderoso cardenal Pell es parte de la alta jerarquía católica romana, e integraba -entre otros- el Consejo Pontificio para la Familia. Dicho Consejo editó un libro llamado “Lexicón. Términos ambiguos y discutidos sobre familia, vida y cuestiones éticas”. Aquel libro es el que acuña por primera vez el término peyorativo llamado “ideología de género”, y es la base doctrinal de todos los que denuncian los “estudios de género” como una conspiración, de la que muchos grupos evangélicos son fieles adherentes, promotores y punta de lanza, en lo que hemos llamado como “neoecumenismo conservador”.
Al respecto, los evangélicos que forman parte de este “neoecumenismo conservador”, y que gozan de hablar de toda clase de teorías conspirativas sin verificar y noticias falsas sobre una pedofilia encubierta dentro los “estudios de género”, guardan sepulcral silencio, aunque esta pedofilia sí es muy real.
La “Santa Sede” aun no le ha quitado su condición clerical.
Ejemplo, David Hormachea se ha inspirado en las conferencias del abogado y político franquista español Benigno Blanco en sus conferencias. Blanco se inspira en el Lexicón, y el Lexicón lo editó el Consejo Pontificio para la familia del que Pell, el condenado por pederastia, es uno de sus más importantes responsables. Estos grupos que dicen que tras los estudios de género hay una conspiración pedofilia basándose en toda clase de mentiras y descontextualizaciones, están en silencio sobre eso. Su propia tesis, bien torpe por lo demás porque no juzga las ideas sino que atribuye conspiraciones tras las ideas, les cae encima, y callan.
El Otro Canuto 