Se ha estado señalando en diversos medios de comunicación sobre la eventual realización del Tedeum 2019 en una iglesia neopentecostal, perdiéndolo por segunda vez la iglesia de Jotabeche desde su creación en el año 1975, pues antes -en el año 2000- dicha ceremonia se hizo en una Iglesia Pentecostal de Curicó (Ricardo Lagos).
El tedeum evangélico tiene una larga historia.
De un realmente espurio origen, pues fue concedido por el dictador Augusto Pinochet luego del apoyo que le otorgaron diversas iglesias evangélicas que en 1974 firmaron una declaración denominada “Portalazo” acerca de que el gobierno militar “no violaba los derechos humanos”, y que año tras año se prestó para toda clase de adulaciones al régimen genocida, e incluso un mes antes de la votación por el “sí y el no” de 1988, tuvo increíbles declaraciones del entonces obispo “metodista pentecostal” Javier Vásquez, quien apoyó el régimen diciendo “que las promesas de Dios son en el SÍ y en el amén” y que no había que volver atrás (a la democracia constitucional) sino seguir adelante en “la libertad que estamos gozando” (la dictadura), de hecho, citó el libro de Gálatas que dice: “Permaneced en la libertad con la que Cristo nos hizo libres”, dando a entender que eso significaba permanecer en la dictadura cívico-militar.
Ver aquí: https://elotrocanuto.wordpress.com/…/la-falta-de-arrepenti…/
Dicho evento, evidentemente nunca ha sido representativo de las iglesias evangélicas pues no existe LA iglesia evangélica, sino laS IglesiaS evangélicas independientes, polifónicas, heterogéneas, diversas, las cuales nunca se han congregado en alguna organización común, mucho menos una que organice el Tedeum, a pesar de la derecha mentira que año tras año sus organizadores dicen al país de ser ellos “la iglesia evangélica” y sus líderes, “los líderes de los evangélicos” (en los pasados tedeums ellos se encargaban de decir la mentira eficazmente reproducida por la prensa de que el ahora ex obispo Duran de la Primp era “el máximo líder de los evangélicos en Chile”). Un evento nacido de la renuncia al valor cristiano de la vida y el respeto al prójimo, que año tras año se basa en la mentira pregonada por sus líderes de ser ellos representantes de algo que nunca han sido. Mentir así, a sabiendas, es pues un pecado.
Con posterioridad, con la llegada de la democracia, a pesar de los fatídicos temores del Consejo de Pastores y el obispo Vásquez sobre la restauración de ella, el tedeum evangélico se mantuvo con los gobiernos de la Concertación, en lo que ha sido una relación bastante enfermiza, pues las autoridades asisten por hacer un buen guiño al electorado evangélico, publicitarse un poco, y a la vez los pastores y obispos organizantes han practicado toda clase de adulaciones o comentarios realmente descabellados, entre ellos, pedir al presidente un cementerio; criticar lo caro de las entradas de un concierto de Madonna; decir que la “agenda gay” busca legalizar la pedofilia (el 2017 esto significó una demanda civil que perdieron los organizadores); señalar –como hizo Lino Hormachea- que las catástrofes naturales como terremotos y erupciones volcánicas vividas por Chile han sido consecuencia de las leyes sobre homosexualidad, aborto 3 causales, y la falta de censura a las fotos desnudistas de Spencer Tunick; predicar contra las películas de Harry Potter, entre otras barbaridades y sandeces ególatras y personales. Una ceremonia innecesaria e improductiva que dejaba a los organizantes con la sensación de hablar sobre diversas contingencias, bajo los rostros cansinos que se esfuerzan por simular interés de las diversas autoridades políticas y estatales.
Ver este texto: https://www.elblogdebernabe.com/…/que-al-tedeum-se-lo-lleve…
La Concertación en ese sentido mantuvo una relación clientelar con los evangélicos organizadores del tedeum y otras organizaciones evangélicas, asistiendo a la ceremonia, concediendo en 1999 la “ley de culto” por la cual lucharon también otros actores evangélicos, trabajando el tema de los capellanes evangélicos en las fuerza armadas, etc.; Frei por su parte hizo importante donativos al obispo Javier Vásquez Valencia, respecto de los cuales muchos miembros acusaron se los dejó para él, aunque él decía que se los dio a su hijo pastor para construir una catedral en Maipú (este último pastor nunca comenta este hecho, mientras que el pastor Vilches ex mirista y dueño de joyerías Barón- se fue de esa iglesia acusando que Vásquez los dejó para él); con Lagos crearon el día nacional de las iglesias evangélicas, mientras que con Bachelet 1 lo hicieron feriado nacional, etc. También se dieron tensiones en ese tiempo, pues Frei no asistió a uno de los tedeums luego de la polémica por los millones desaparecidos, y Lagos una vez lo hizo en Curicó generándose también controversia. Con Piñera consiguieron que el templo de calle Jotabeche fuera declarado monumento histórico nacional, herramienta que utilizaron para que el Estado pudiera transferir dineros para remodelación sin que existieran problemas de legalidad. Con Piñera 1 también existieron tensiones, pues a pesar de su cercanía con él pues el hijo del obispo Durán fue candidato a diputado RN en la elección de 2009 y como perdió fue nombrado Gobernador por Piñera, en pleno año 2011 apoyaron fuertemente al movimiento estudiantil e hicieron oraciones por la gratuidad cuando Piñera se encontraba en su peor momento, también le recriminaron al final de su gobierno el no haber cumplido casi ninguna de sus promesas para “el mundo evangélico”, además de que Piñera aprobó el AUC y la ley antidiscriminación, proyectos que eran vistos por ellos como destrucción de la familia y leyes con la que se los encarcelaría por “predicar el evangelio” (miedos que demostraron ser infundados como siempre).
El año 2016 fue un año especial, a pesar de que Michelle Bachelet ya se encontraba tramitando una agenda “progresista” sobre identidad de género, aborto en 3 causales, y todo, el tedeum fue bastante pacífico, e incluso se aduló a la presidenta y se pidió desde el púlpito le dieran aplausos, después supimos que M.B. había comprometido 5 mil millones para remodelaciones en el templo de Jotabeche, lo que explicaban los vítores hacia ella en el tedeum 2016. Por cierto ese día Durán tuvo la exhortación, la que basó “en el problema de la codicia y el amor al dinero”…
Año 2017, año de la guerra política. Principio del fin de Durán y del teduem jotabechino.
En plena campaña presidencial para la elección 2017, el tedeum fue una locura. Bachelet llegó al templo mientras le gritaban asesina por la ley de aborto 3 causales (cuánto contraste con los pañuelos blancos a Pinochet); invitaron en forma inédita al ex presidente y en ese entonces candidato Sebastián Piñera a la ceremonia; el obispo Durán, anfitrión del evento, formaba parte desde mayo del Consejo Ciudadano de Piñera; subieron al púlpito, en forma inédita y no programada, al hijo del obispo Durán, que no era pastor sino candidato a diputado por RN para dar un discurso que fue un mitín político y un ataque frontal a Bachelet.
¿Resultado? Un escándalo nacional, la baja popularidad de Bachelet subió luego de ese evento, y el tedeum -históricamente adulador de cuánto gobierno pasara por ahí- se politizó pro primera vez contra un gobierno de turno y en favor de la entonces oposición encabezada por Piñera, este último obviamente sacó réditos favorables igualmente bajo la sensación de que los evangélicos estaban con él. Durante su Gobierno pagaría económicamente el favor pues Patricio Moya, coordinador de ese evento, y sujeto que cuenta con un título de enseñanza media, fue nombrado en un cargo en la Secretaría General de la Presidencia con un sueldo mensual de más de un millón, mientras que Cristian Nieto, -el que dijo que la agenda política del Movilh y el gobierno querían legalizar la pedofilia y el que anunció el congelamiento de las relaciones con el gobierno de Bachelet- recibió de paga un puesto en el Instituto de Previsión Social con un sueldo mensual superior a los 3 millones. Se nombraron también algunos evangélicos que apoyaron a Piñera en primera y segunda vuelta en cargos regionales y ministeriales.
Pero en política no se ataca sin que se te ataque de vuelta, terminadas las relaciones entre la ex Concertación ahora “Nueva Mayoría” y los organizadores del tedeum, entonces Bachelet ordenó se congelaran los aportes económicos pendientes para la Iglesia de Durán (aunque según CIPER, se calcula que Bachelet hizo cuantiosos aportes inmobiliarios a los evangélicos en general y en especial a la de Durán).
Pero eso no sería todo, terminadas las relaciones basadas en la mutua conveniencia, el Gobierno de Bachelet ya no tenía que mantener buenas relaciones y hacer la vista gorda ante la corrupción dentro de esa iglesia que era por todos conocida, se abren entonces las investigaciones al obispo Durán por el crecimiento abultado de su patrimonio, como forma de devolver la mano.
No se puede predicar de moral sin tenerla, si se iba a usar instancias de poder religioso para criticar al poder político, entonces pasaría lo lógioco: el poder político usaría su poder para criticarlo a él, y así lo hicieron, iniciándose las investigaciones criminales en su contra, algo que Durán debió calcular e imitar en sus predecesores que nunca arremetieron contra el poder de turno, pero la ambición le jugó una mala pasada. Quiso acusar que era una operación política en su contra, y claro que lo era, pues él ingresó a la política y sus sucias operaciones, pero resulta que esa operación estaba basada en hechos reales de corrupción, y eso es insoslayable. O se es capaz de demostrar que se está limpio, o nada, todo lo demás es excusa.
El año 2018 el tedeum fue también un escándalo, por el antecedente anterior, muchas autoridades de oposición se restaron del evento, el gobierno, traicionando su palabra en campaña, se encontraba trabajando en favor de la ley de identidad de género, y había realizado simbólicos gestos de apoyo a los derechos de las disidencias sexuales como el arcoíris en la Moneda, así que se quitó la transmisión televisiva del evento (en 1990 también pasó con Aylwin, pero fue solo un año), pero los organizadores -abiertamente vinculados al gobierno hasta hoy- no dijeron nada sobre el tema, lo tomaron con obediencia a su pacto político-económico previo, y no defendieron ni con un cuarto de vehemencia los “valores” que tanto dijeron promover (en realidad persecuciones a la liberta de conciencia ajenas bajo un discursillo ético-sexual).
Sin embargo la investigación criminal en contra de Durán continuó, y llegó este año 2019 a estar por casi un mes en la mayoría de los medios de comunicación luego de confesar su abultado patrimonio obtenido a costa de los fieles y de pregonar públicamente sus infidelidades matrimoniales. El “protector de la familia y sus valores” terminó demostrando que su familia era una mentira desde hace años y que su círculo cercano, incluido su hijo, otrora diputado defensor de la familia, su cómplice.
Su decisión de militar políticamente lo puso en la palestra, y rebeló un enorme tejado de vidrio, hasta que –finalmente-, casi por un milagro, su congregación que lo adulaba y adoraba como un verdadero enviado de Dios, se puso por fin en su contra de forma aplastante. El piñerismo salió indemne y beneficiado, mientras el ahora ex obispo tuvo que hacerse responsable de su arriesga jugada en su favor.
La Iglesia de la calle Jotabeche, autodenominada “Catedral Evangélica de Chile” (pues en realidad no es más que una entre miles de iglesias evangélicas en Chile) se encuentra desde entonces bajo una profunda crisis, se está fraccionando e intentando limpiar luego de descubrir su propia corrupción económica y pastoral, que arrastra prácticamente desde su origen, y ha perdido su también histórico tedeum, el cual, al parecer, ha pasado a grupos neopentecostales, predicadores de la teología de la prosperidad, que también tienen el antecedentes de embaucar a muchos fieles con promesas económicas y enormes exigencias materiales en favor de sus líderes, y autodenominarse con una facilidad desesperante como apóstoles (Billy Bunster). Vaya a saber uno si recuperan algún día el tedeum o qué suceda finalmente con él.
El tedeum, de sucio origen, de escaso aporte a la vida cívica evangélica, carente de la representatividad que dice tener, administrado por grupos de dudosa pulcritud moral, tan carente de racionalidad doctrinal y política, tan lleno de escándalos y vergüenzas además de conveniencias electoreras, no tiene razón de ser. Nunca debió existir, debió ser eliminado en los 90, y si ha de continuar este año 2019, es de esperarse que siga perdiendo importancia hasta que un día se deje de hacer, pues genera más problemas que los que soluciona, nunca ha sido representativo de los evangélicos ni parece que vaya a lograr serlo, y por todo lo que ha implicado nunca ha significado algo que realmente honre al evangelio de Cristo en verdad, rara vez una presentación del evangelio de Cristo o de una voz profética en serio que no fuera perseguir la conciencia ajena a partir de obsesiones con una moral sexual que ni sus líderes cumplen, muy escasamente presentó algo que haga relucir el evangelio de amor, misericordia y paz, ni un aporte real a la vida cívica nacional, ni una visión pastoral lúcida, pluralista, respetuosa de la polifanía del protestantismo chileno, o que dignificara realmente a los hermanos y hermanas de un pueblo evangélico compuesto por personas sencillas que creían eran parte de algo realmente relevante, y que trabajaron muchos años por él. Salvo pequeñas excepciones, pequeñas luces de ese corazón protestante comprometido con la vida cívica nacional, el pluralismo, la libertad de conciencia y el valor del amor a toda persona sin distinción y el clamor por justicia ante las grandes injusticias y opresiones sociales, en general nada bueno se ha visto en este dichoso tedeum.
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