Algunos seguidores nos han pedido que comentemos sobre un video que circula en las RRSS, relativo a un hecho producido el domingo en el marco del #8M. En él, se observa que hay un grupo de mujeres feministas enfrentando a unos predicadores evangélicos callejeros, desconozco su denominación.
*Este post está hecho en conjunto con EOC, pero va en primera persona como LOC.
El video no muestra los hechos desde el principio, no muestra cómo empezó la tensión ni cómo terminó. Sí se observa a una mujer tomando una Biblia y rompiéndola provocativamente, mientras hay gritos masivos de “canuto ladrón”, así que a eso me referiré.
Muchas cosas puedo decir sobre esto, en esta página ya hemos hablado en reiteradas ocasiones sobre los vínculos históricos de alimentación entre el cristianismo (en particular el protestante y evangélico que es al que pertenecemos) y las demandas feministas, donde teólogas, pensadoras y activistas de nuestro campo religioso fueron artífices vitales e históricas del movimiento feminista, vinculación que se mantiene hasta hoy.
Evidentemente condenamos este acto de venir y romper una Biblia, nos parece lamentable pues como cristianos y cristianas la Biblia es el libro central de nuestra fe, pensamiento, y estudio. Asimismo lo enfrentamos como corresponde a cristianos y cristianas: clamando por justicia, y pidiendo respeto pero también respetando y amando a todas las personas.
Ahora bien: así como existe un importante aporte del pensamiento evangélico a la causa de las mujeres –de lo cual, como ya dijimos, hemos hablado extensamente en esta página-, también existe una tremenda guerra de otros cristianos evangélicos a toda lucha por la dignidad de la mujer. No podemos negar esa guerra basada en la historia y en el presente. Esto ha involucrado, por supuesto, oposición religiosa, donde hermanos y hermanas han utilizado tramposamente la Biblia en contra de nosotras: así, hemos sido testigos de su oposición a que podamos estudiar, votar, tener voz, usar métodos de anticoncepción, divorciarnos y sencillamente oposición a que seamos consideradas iguales en dignidad y derechos, siempre basándose en la Biblia y, por supuesto, utilizando en nuestra contra actos iconoclastas… ¿no se acuerdan del pastor Soto pisoteando la bandera de la diversidad sexual? ¿Desconocen a el héroe de los evangélicos conservadores, el para nada evangélico y poco riguroso Agustín Laje pisoteando los símbolos feministas?
Por otra parte, EOC me cuenta que lo más doloroso para él en lo personal es el grito de “canuto ladrón”, y yo estoy de acuerdo, pues ¿acaso se han limpiado los conservadores de toda la corrupción de la que el país es testigo? ¿No sigue siendo su representante “la bancada evangélica”, quienes aparecen a la vanguardia de las campañas evangélicas por el rechazo, asumiendo una voz política, y negando en nombre de Dios los derechos más básicos de las mujeres? ¿No se acuerdan del “raspao de olla” del evangélico Moreira ni las boletas falsas de la luterana Ena Von Baer de las cuales no se han limpiado? ¿Han salido a condenar y a eliminar estas corrupciones, o siguen trabajando como si nada con estas gentes? ¿No se han limpiado acaso de su complicidad explícita con los asesinatos y femicidios de la dictadura, o han salido acaso a defender la vida e integridad de las personas torturadas y mutiladas por las fuerzas policiales? ¿No callan e incluso se celebran acaso estas cosas? Si están en guerra, atacando, difamando e insultando, ¿esperan que las personas no se los devuelvan? ¿Acaso no es verdad que no han hecho nada concreto para eliminar las estructuras sin transparencia y abuso económico que les aquejan y que todos sabemos y por el contrario esos mismos siguen arrogandose ser la voz evangélica en Chile?
Siembras intolerancia, la cosechas, y si corrupción tienes y no sacas tu viga ¿qué esperas? ¿Que las personas a las que pides que se comporten conforme a “tu moral” no te enrostren tu hipocresía?
Lamentamos que paguemos justos por pecadores, muchos son las y los evangélicos que trabajaron, trabajan y trabajarán por la dignidad de nosotras las mujeres, sabemos de innumerables hermanas que estuvieron en la marcha, yo misma no me he perdido ninguna. Y sin perjuicio de eso, no es menos cierto que para usted y para mí la materialidad de la Biblia es significativa como símbolo de nuestra fe y por tanto no nos agrada que la rompan, y nos ofende, e incluso para muchas de nosotras ha sido el estudio de la Biblia y su interpretación liberadora lo que nos ha motivado a trabajar por las mujeres. Sin embargo, ¿nos desentenderemos de la guerra declarada que nos han puesto históricamente a las mujeres Biblia en mano? ¿Negaremos todos los bibliazos que nos pegan a diario? ¿Nos desentenderemos de la iconoclastia evangélica hacia la conciencia de los demás y de las feministas? Claramente, nuestra respuesta es no.
Si nuestros hermanos no tienen problema en tildar de “buenos cristianos” a políticos y personajes públicos que tratan a las mujeres como objetos, que no nos reconocen nuestra autonomía, que son indiferentes e incluso cómplices de nuestras injusticias y dolores, que nos culpabilizan del abuso o hacen chistes irrespetuosos y pervertidos sobre nosotras, ¿esperan que no haya oposición? Es verdad, es un camino equivocado devolver mal por mal, a nuestra intolerancia devolver intolerancia; sabemos que no es el camino correcto, sin embargo, ¿acaso el mundo evangélico es un buen ejemplo de esto para exigirlo? ¿Tenemos moral los cristianos para preocuparnos de esto, si con biblia en mano se fundamentó maliciosamente la esclavitud y la segregación racial? ¿Tenemos razones para condenar que un indígena manifieste el más profundo repudio al catolicismo si a pretexto de evangelización en nombre de la iglesia católica y de Dios se mató, esclavizó, robó, y destruyó sus vidas, familias, tierras y su cultura hasta hoy?
Moraleja: hay que ser más humildes y autocríticos. Si tenemos que pagar el precio de nuestras intolerancias y persecuciones, si hemos de pagar justos por pecadores, debemos pagarlo con el dolor y la responsabilidad que nos corresponde.
Hay muchos evangélicos y evangélicas que viven aterrados viendo persecuciones imaginarias y reales, y con las reales confirman su paranoia respecto a las imaginarias. En ese análisis no están dispuestos a analizar cuáles de esas persecuciones son por causa de la justicia y cuáles son por causa de nuestra injusticia, cuántas son por causa del evangelio y cuántas son causadas por el antievangelio de los que se dicen cristianos. Así, no saben reaccionar como cristianos ante las ofensas hacia el pueblo cristiano.
En EOC nos sentimos preparados y preparadas para sufrir con gozo, alegría, paciencia y templanza cualquier “persecución” que sea por causa del evangelio y la justicia, sabiendo que –en realidad- normalmente esas persecuciones vienen de personas que “creen estar dando un servicio a Dios” y que en general los cristianos perseguidos en la historia lo han sido por… otros cristianos u otros creyentes. Nota de EOC: “de hecho en mi experiencia, si he recibido persecución, intolerancia, amenazas, ataques o insultos por causa de mi fe religiosa, ha sido siempre por “otros cristianos”, a todos los cuales enfrento con alegría y esperanza; y me siento preparado para enfrentar con responsabilidad toda persecución que proviene de las persecuciones que se han hecho en nombre de mi fe, esas son las que más me duelen pues son paradojales, pero las que más entiendo, con las que más empatizo y respecto de las cuales más me lamento, pues es cosecha”. Puedo dar fe.
Solo esperamos que, más allá de esta ofensa y de las muchas feministas que –violentadas una y otra vez por religiosos- ya no quieren nada con la religión, entendamos de una vez por todas el verdadero significado de nuestro credo: hombre y mujer somos imagen de Dios, ya no hay hombre ni mujer, uno y una somos en Cristo. Solo así se acabará esta guerra innecesaria.
Desde ya en todo caso, llamamos a nuestros hermanos en la fe a buscar caminos de entendimiento, diálogo, colaboración y convivencia antes que una escalada de desprecios mutuos con las luchas sociales. Especialmente a los cristianos que creemos en la locura de la cruz en serio, invitarlos a defender las ofensas a su prójimo tan o más fervientemente que cuando nos ofenden a nosotros mismos, porque cualquier “gentil” sabe defenderse cuando le ofenden ¿qué mérito tenemos entonces si no somos capaces de ofendernos con las ofensas a los que no pertenecen a nosotros y solo sabemos defendernos a nosotros y nadie más?
PD: los activistas del Rechazo han pretendido vincular este hecho con el activismo por el Apruebo, ¿cuál es la relación causal entre el activismo por el apruebo y este hecho? No sabemos, lo que sí sabemos, es que bien callados se quedaron ante la tentativa de incendiar una iglesia luterana con personas adentro por parte de activistas que se reconocen de derecha y se reconocen parte del rechazo. Bien callados están con lo de Rafael Cavada y las capuchas, las armas, los ataques violentos y las amenazas de muerte en las marchas del rechazo a las que van.
Pd2: De acuerdo al testimonio de testigos allí presentes, al parecer el enfrentamiento se produce cuando el predicador callejero les dijo «que era locas» y que «le gustaba que lo persiguieran varias mujeres a la vez, aleluya».
LOC y EOC
