Esto es una protesta/ Esto es un crimen. Un análisis sobre la dureza de corazón del poder.

En medio de la pandemia del coronavirus, la atención mundial se ha centrado también en Estados Unidos por las protestas, saqueos y violencia desplegada por la sociedad civil luego del brutal asesinato de George Floyd, nuestro hermano en la fe acusado de un crimen que no cometió y que fue asfixiado por un policía.

La ira de las comunidades de base y de clase baja se ha hecho sentir, luego de años observando casos como estos en los que los policías con prejuicios raciales actúan de forma desproporcionada y de una manera que no hacen con la comunidad blanca: disparos por la espalda, asesinatos cuando el detenido ya está reducido, detenciones por sospecha infundada, etc. El caos no se he hecho esperar y las imágenes son crudas.

Ante ello, la comunidad blanca y la elite ha reaccionado nuevamente poniendo el acento en los síntomas pero no en las causas, ya extrañan al pastor Martin Luther King Jr, dicen, antes sí se hacían protestas, lo que vemos ahora son crímenes.

Tienen razón, pero hay algo dramático en lo que fallan. MLK y el movimiento por los derechos de los negros estaban marchando así en los 60, 60 años atrás, y cuando MLK marchaba así con una serie de pastores afroamericanos y un par de pastores blancos, los trataban como delincuentes, los encerraban, les pegaban, los asesinaban, los acusaron de ser comunistas y de ser parte de intenciones de desestabilización de la URSS en contexto de guerra fría, lo espiaron, lo difamaron, lo acosaron, lo amenazaron y le pusieron una bomba en su casa hasta que lo mataron, de todas maneras los trataron como delincuentes y extremistas, de todas maneras les apestaban las marchas y el boictos que ahora extrañan.

El pastor Martin Luther King Jr, junto con los pastores negros de la Asociación de Liderazgo Cristiano Sur era unos pacifistas, jamás habrían cometido actos de violencia, una porque eran cristianos, dos porque además tenían la mirada puesta en que si no les escuchaban en su ahora, es decir, años 50-60, se iba a desatar un día la violencia en el futuro que no podrían evitar, pues existe aun en el pensamiento cristiano lo que se denomina “derecho de resistencia”.

Entonces, ahora lo extrañan, sin embargo, en su tiempo, no le oyeron o no lo suficiente, pues el racismo, la pobreza en la que está confinada la comunidad negra, la exclusión siguen presentes en USA, no con una segregación legal, sino una social, económica, los guetos, la exclusión, la falta de oportunidades, la miseria, siguen allí.

Fácil pues resulta extrañar su actuar, cuando en su tiempo, no quisieron escuchar. Si hubiesen escuchado, la violencia que hoy repudian no hubiese sucedido, el pastor King y sus hermanos en la fe lo sabían hace mucho tiempo.

Cuando la sociedad norteamericana y la Iglesia blanca le decía a los negros que esperaran, que no fueran tan extremos por marchar pacíficamente por las calles o por exigir sus derechos ahora y no después MLK les explicaba por qué no podían esperar por su dignidad, y les explicaba diciendo “o tenemos comunidad o habrá caos”, o entienden que la libertad y la igualdad no se divide o pronto no podremos controlar la violencia. En su momento fue así, pues cuando asesinaron a King, la comunidad negra perdió esperanza,y salió a quemar Washington, solo entonces, lamentablemente, lograron más avances en las siguientes administraciones.

Lo mismo, en menor medida, ha pasado en Chile, el 2011 las marchas eran besatones, obras de teatro, genkidamas por la educación, obras de teatro, el 2019 también, pero no solo eso, también violencia dura, que a ratos se sale de control. Fácil resulta pues extrañar las marchas de 2011, pero resulta que cuando se hizo el 2011 no escucharon, cerraron sus oídos cual Faraón, entonces, las plagas tuvieron que aumentar y ser más duras, eso es lo que pasa cuando el poderoso endurce su corazón ante la justa demanda de libertad de un pueblo bajo su opresión histórica. Y es que así es la profecía, que no es otra cosa que la denuncia de la injusticia por la que se cosechará destrucción, el profeta demanda justicia y restauración o, anuncia, el caos vendrá.

La sabiduría del Salmo lo explica todo:

Salmo 58 (2) Ustedes, los poderosos,
¿en verdad dictan sentencias justas
y juzgan rectamente a los hombres?
2 (3) Al contrario, actúan con mala intención;
abren camino a la violencia en el país.

La protesta y la violencia en USA ¿la habrá financiado Maduro o el Kpop coreano o habrá sido que la élite gobernantes es de aquellas que “no sabe la pobreza y el hacinamiento” de su propio pueblo? ¿serán serios para abordarla? Oramos por paz a través de la justicia.

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