
Toda la historia de violencia genera círculos de violencia donde mueren más y más personas, en este caso un joven que de hecho también es de familia mapuche.
El fruto de la justicia es la paz, solo cuando haya justicia en el largo conflicto chileno y mapuche se dejaran de sembrar ciclos de violencia.
Consuelo para su familia y toda la gente que vive en la Araucanía, los puentes de diálogo y reconocimiento son la única y mejor solución al conflicto, y el mejor jarabe contra grupos radicalizados ante la violencia institucional e histórica o contra quienes usan estos hechos para réditos políticos oportunistas y represivos útiles para justificar sus intervenciones militarizadas y usurpadoras ante comunidades que poco y nada tienen que ver y que terminan pagando las consecuencias.
Ojo además que la eventual falta de equipamiento para policías en zonas de conflicto dan cuenta de una eventual violación a los derechos humanos por parte del Estado.
