Un día como hoy, 20 de enero pero de 1903, fallecía en África el misionero bautista sueco Edvard Vilhelm Sjöblom, quien junto a su esposa, la enfermera y misionera Maria Ebonne Johansson fueron denunciantes del genocidio del Congo.
Edvard Vilhelm Sjöblom y su esposa Maria Ebonne Johansson fueron un matrimonio misionero que instaló hospitales y colegios en el Congo para atender a las personas y sacarlas adelante. Ambos fueron muy importantes al ser uno de los principales denunciantes del genocidio y atrocidades a los derechos humanos aplicados en el Congo por los belgas, especialmente el Rey Leopoldo I, que había hecho del Congo su propiedad privada, esclavizando a sus habitantes para la explotación del caucho.
Este matrimonio puso en riesgo su vida con tal de denunciar este genocidio y esclavitud, sufriendo amenazas y encarcelamientos por ello, pero hicieron esta denuncia de estas brutalidades igualmente, en las que se relata que una de las prácticas habituales de la dominación belga consistía en cortar las manos de los esclavos que no producían lo suficiente. La primera vez que lo denunciaron fue a través del Diario Bautista Sueco.
Algunos historiadores estiman que este genocidio por parte de los belgas signíficó 8 millones de vidas humanas, mientras que se atribuye Edvard Vilhelm Sjöblom haber sido el primero en denunciar con tenacidad a la comunidad internacional.
Los congoleños lograron librarse de la dominación belga con posterioridad, sin embargo hasta el día de hoy siguen sufriendo producto de la explotación ilegal, clandestina y en condiciones de esclavitud de su riqueza natural de cobre y coltán que se usa en la industria tecnológica y de la que se benefician las grandes empresas productoras de celulares, tablets y computadores. Según el pastor y ginecólogo Denis Mukwege, la principal arma que usan las guerrillas para dominar zonas con abundancia de coltán es la violencia sexual: violar a las mujeres y mutilar sus genitales. Asimismo, el Congo es el país que más refugiados ha recibido producto del genocidio de Ruanda.
En este tiempo necesitamos muchos Edvard Vilhelm Sjöblom y su esposa Maria Ebonne Johansson
