La Constitución vigente y la mirada conservadora. Mirada al plebiscito 2020.

De aquí al plebiscito de abril, ustedes van a escuchar una y otra vez por gente de Acción Republicana, José Antonio Kast, Moreira, la UDI, RN, y los grupos evangélicos que trabajan para ellos y para el gobierno (REDUN, Aranda, Conejeros, Gárate, Reforma Chile, etc) decir esto:

“Que la Constitución actual, del 80, es “cristiana” porque niega el matrimonio igualitario (protege a la familia) y prohíbe el aborto (protege la vida del que está por nacer). Debemos oponernos al cambio y el que no lo haga no es cristiano”.

Esa aseveración es una falacia. Con la Constitución vigente es totalmente posible aprobar reformas “progresistas” como el matrimonio igualitario o el aborto, la prueba principal es que ya se han hecho reformas así sin problemas, y que los países que tienen leyes así también protegen la vida o la familia en sus Constituciones. Hay un salto lógico al vacío, una interpretación que está fuera de la doctrina constitucional vigente y que hacen de forma forzosa.

¿Por qué dicen esto siendo falso?

Algunos por desconocimiento, otros porque trabajan, reciben financiamiento, les dieron cargos, o son utilizados por grupos e intereses económicos que controlan y protegen el negocio de las AFPs, las ISAPRES, las concesionarias del tag, los derechos de agua; y saben que la Constitución es clave para mantener su vida cómoda en el abuso, la explotación y la ganancia deshonesta, el abuso a los trabajadores y a los consumidores que hemos visto y presenciado tanto tiempo.

Utilizarán sus miedos, utilizarán su desconocimiento con toda su fuerza, se enfocarán especialmente en el pueblo evangélico como carne de cañón para su campaña, pondrán el rostro de los hermanos, de pastores, y lograrán convocar a un pueblo pobre, campesino, obrero, pensionado, mestizo y que vive en las zonas de sacrificio de su lado, aunque ellos son los que siempre han despreciado a esas personas y son los principales responsables y beneficiados con las injusticias sociales, incluso a pesar que algunos de ellos (los conservadores) hace años también se oponían a los derechos de las minorías evangélicas.

Solo nos usan, buscan el capital numérico y poblacional de los evangélicos, utilizan la autoridad e influencia de los pentecostales en las villas, y usan el miedo como el principal recurso para convocar a las poblaciones de su lado en su dominación, (en el caso de Piñera RN después aprueban igual las reformas «progres» y la derecha conservadora mantiene su alianza con ellos por el interés económico que es lo que los une).

Fuera del uso mutilado de los valores cristianos (porque la usura, la explotación o destruir la creación es pecado abominable) y fuera de la falta de reflexión sobre qué significa realmente ser contrario o estar a favor del matrimonio gay, o qué significa realmente estar a favor o en contra de penalizar a la mujer que aborta, lo cierto es que la Constitución no prohíbe estas cosas, ellos lo dirán así, pero con otros fines relacionados con apoyar la acumulación, el amor al dinero y la ambición de los sectores a los que pertenecen o trabajan.

Los evangélicos son y serán punta de lanza, para que elites de poder, que de evangélicos tienen bastante poco siendo en realidad hipercatólicos ultramontanos, mantengan su poder. Les sirvió el 2017, lo usaron en Colombia para eliminar un acuerdo histórico de paz, y lo intentan en todo latinoamerica.

Esa es la predicción para nuestro 2020, en el que nuevamente los evangélicos y la predicación del evangelio pagarán los costos políticos de la ambición e interés de los de siempre.

Ciertamente puede ud votar por continuar con el sistema político y económico que nos rige, si es que le gusta, pero que no le mientan ni mienta, que la razón por la que vota por eso no sea una mentira como la que están usando.

EOC

 

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